2 de diciembre de 2005

2006


A muchos el diagnóstico podrá sonarles familiarmente apocalíptico, a otros una inocua descripción de la apacible vida de fines de siglo en la que el hombre no tiene más que ocuparse de sus asuntos. Quizás la letra de un grupo de rock como Radiohead sea bastante adecuada para ilustrar la escatología particular del hombre posmoderno: en forma, más contento, más productivo, sin tomar demasiado, ejercicio metódico en el gimnasio (tres días a la semana), llevándote mejor con los empleados de tu asociado, comiendo bien (no más cenas de microondas ni grasas saturadas), mejor y más paciente conductor, auto más seguro (bebé sonriendo en el asiento trasero), durmiendo bien (ninguna pesadilla), sin paranoia, amable con todos los animales (nunca ahogar arañas en la pileta), manteniendo el contacto con los viejos amigos (disfrutar un trago ahora y antes), chequeaando frecuentemente los créditos en el banco (moral) (agujero en la pared), favores por favores, atraído pero no enamorado, las reglas de caridad en vigor, los domingos conduciéndose rápidamente en el supermercado, (no matar polillas nocturnas ni echar agua hirviendo a las hormigas), lavar el auto (también los domingos), no asustarse más de la oscuridad o las sombras del mediodía, nada tan ridiculamente adolescente y desesperado, nada tan infantil, mejor ritmo, más despacio y más calculado, sin chance de escapar, ahora auto-empleado, comprometido (pero sin poder) un miembro de la sociedad con más propiedad & información (pragmatismo, no idealismo), no llorar en público, menos chance de enfermarse, ruedas que se prendan al pavimento mojado (foto del bebe atado al asiento de atrás), buena memoria, todavía capaz de llorar con una buena película, todavía besos con saliva, nunca más vacío y sobrexcitado, como un gato atado a un palo que es llevado hacia la mierda congelada del invierno (la posibilidad de reírse frente a la debilidad), calmo, en forma, más saludable y más productivo, un chancho, en una jaula, con el cuerpo atiborrado de antibióticos.