3 de mayo de 2006

Palabras .... versión lúcida!!!

Olor a la banda y sus secretas e involuntarias tocatas en la capital.
por martinmanriquezbravo


Mientras escucho incesto de OALB, trato de inspirarme y evocar aquella noche en el galpón 9. Un sitio que se llenó de rock, irreverencia y cinco tipos que la verdad nadie esperaba. Ok. Sí. Habían invitados, chicos del puerto o de la ciudad jardín que por circunstancias de la vida estaban allí.

El Michel, que a estas alturas se ha convertido en un ser cercano (musicalmente hablando), con sus salidas de madre y con sus ganas incontrolables de hacerse notar. Esa noche estaba a punto de desaparecer de lo flaco que está, por lo cual logré percibir una guerra de egos entre un galpón semivacío y una sensación de lleno en el ambiente, dada por la energía volcada por la banda.

Esta es la cuarta vez que veo a OALB en Santiago y la tercera vez que pienso que se han presentado en el sitio incorrecto. Tal vez eso es OALB, una serie de actos fallidos, donde lo que falla no es su música, sino que los gestores (me hago cargo de mis comentarios).

La primera vez fue en el ya desaparecido laberinto, sin duda la tokata con más onda en Santiago (a mi parecer), ahí donde Michel estaba más gordito y “duro” como tabla. Ahí se notaba quizás por lo idílico del espacio, algo que extrañe en el Galpón. Fuerza, cohesión y eso que sólo se tiene al comienzo. Amor a la Banda.

La segunda vez que los vi, fue lejos en un lugar de difícil acceso, recuerdo que las calles estaban hechas pedazos por que estaban construyendo algo (puede haber sido el metro), así que hubo que caminar harto. Era un pub que nunca había escuchado y si no hubiera sido por OALB, lo más seguro es que nunca lo hubiera conocido. Esa noche obtuve el preciado disco que tanto le gustó al FONDART, un disco que en cierta forma siempre está dando vueltas por mi living, por mi casa, y por mi vida. Esa noche entendí un poco que era OALB, entendí por que había que escucharlos y también vi como se despedía Erick de su amada guitarra. Esa noche me fui a casa distinto y feliz de haberlos escuchado.

La tercera vez el destino nos jugó un mala pasada. Yo estaba produciendo una fiesta en Club Bizarre y ustedes se presentaban como parte de un ciclo rock horas antes de que llegaran los chicos a disfrutar del pop y la ambigüedad del electro. Como era de suponer la tocata se atrasó y se atrasó, la razón: el público, ¿Dónde estaba su maldito público?... obvio las cosas estaban un poco determinadas desde antes. Bizarre el club electro gay por excelencia y OALB tal vez no se iban a llevar bien. A esas alturas los chicos de la producción de la fiesta en la que yo participaba dictaron que a la 1 Am se acababa la tocata, paradoja o ironía del destino? Esa noche yo estaba en la otra trinchera así que la tocata duró 3 temas. No por mi culpa, sino porque la producción lo determinó así. En todo caso Bizarre no los merecía.

Y así llegamos al sábado pasado. OALB en Galpón 9. Palabras que se me vienen a la cabeza: Raro. Lugar incorrecto. Faltó gente. Buena presentación. Buen sonido. Mala difusión. Se notan dos cosas, tal vez sea algo que me pasa a mi, y que en la realidad no es así… Se ve que están sonando mejor, pero también se ve que falta comunicación en otros niveles entre ustedes. Como que suenan en armonía, pero a la vez cada uno es una isla. Tal vez exista la isla Pablo + Flaco. No se si me cachan, no se si lo entenderán, pero la noche del Galpón me fui para la casa y no había nada nuevo en mi cabeza. Todo estaba igual que antes y el olor a la banda era un poco menos intenso que antes.