19 de abril de 2005

La pasion reprimida por Crisitan B., Nara de Chile.

La pasión reprimida.

Caminaba con mi familia por la Zona Franca en tiempos navideños. Cuando hubo acabado el paseo dominical "ave – palta" incluido, pasamos por el pasillo que nos llevaría a la playa de estacionamiento. En ese momento, la vi en la vitrina: era mi sueño: una flamante batería de tambores para mi edad. Mi edad?: 9 años. Era roja: bombo, caja, hi-hat y dos toms. Con ese instrumento me convertiría en lo quería ser a los 9 años: un batero.

Influenciado por Gabriel Parra, me sabía todos los temas radiales, los que escuchaba mi hermana mayor, mi viejo, mi vieja y por supuesto, los de los Jaivas.

Armaba mi batería con ollas y unos envases plásticos que se llamaban: "tapergûers". Ese mismo orden viajó a Santiago, Punta Arenas, Villa Alemana, Viña del Mar, Pichidangui, la Serena, la Herradura…toda una gira. La marca "tapergûers" podría haberme auspiciado. Sonaba bien.

También armé una batería con tarros de pintura. Mi viejo los coleccionaba porque coleccionaba plantas. Había de todos tamaños y formas. Perfecto para el reciclaje. Sólo debía esperar el día de sol para ubicarla en el patio (Punta Arenas depende a veces del clima). Estuve un mes tocando a todo volumen hasta que otra pasión me llamó: la pichanga.
Mi carácter inquieto impidió pasar tanto tiempo sentado en un lugar. Debía moverme. Ese fue el término.

Después me dediqué al deporte, claro que siempre escuchando música. En los cuadernos escolares dibujaba las baterías del momento: Plantas, Cortes y Elevaciones de estas. La que más dibujaba era la que usaba el batero de Soda Stereo: una Roland electrónica blanca de forma hexagonal. Me parecía alucinante la forma y versatilidad de ubicación de los tambores.
Durante ese periodo me impresionaban los tambores electrónicos: su pequeña dimensión, su sonido profundo tipo sound (hoy los odio). Lo que siempre me llamó la atención es que el flaco prefería la caja acústica.

Sin embargo, esa misma preferencia de Alberti hizo que siguiera ligado a los tambores acústicos, a los "tapergûers", a los tarros de pintura.

Durante mi infancia, la relación que tenia con la batería era a través de juegos o dibujos. Cosas nada de funcionales, útiles ni lucrativas. Así, hasta los 13 años.

A los 14 hubo un drástico cambio en mi vida. Pasé años tocando una batería virtual, con unos palillos de tejer encerrado en mi pieza escuchando pop irlandés. Frente a mi ventana, habitaban los "masones". Debieron pensar que estaba loco. Mi familia también.

Mi adicción al deporte siguió. Entrenaba todos los días, todo el día. La idea de formar una banda jamás se me pasó por la cabeza a pesar de mi encantamiento por la música. Tal vez por que no tenia definido que escuchar. Lo que me pasaba por delante era materia auditiva.

Así terminé el colegio y entre a estudiar arquitectura. Eso me mantenía ocupado de veras. No pensaba en otra cosa que no fuera en relación a la arquitectura. Tanto, que después de un tiempo llegó aquel día 1 : hice la relación: arquitectura y música.

Formé mi propia banda de rock e increíblemente me hice cargo de la guitarra y no de la batería. La vida está llena de paradojas. La bautizamos "UMBRNKLFT" o "Umbría en Calafate".

Corría el año 2002. Durante ese año tocamos en mucho en festivales y tocatas con otras bandas. Una de ellas se llamaba "Olor a la Banda".

Cuando me invitaron a reemplazar por un tiempo a Pablo, el batero, no lo dudé : haría mi sueño realidad.
Como tenía cierto bagaje baterístico armé mi batería ideal: bombo, dos cajas, hi-hat, ride y un crash. Ensayamos y me aprendí los temas. Incluso armé unos cuantos (creo que uno). Tocamos en unos festivales y pude desenvolver mi pasión percusionista a cabalidad en un grupo que hacia rock. Esas tocatas fueron unas de las mejores noches de mi vida.

Agradezco a "Olor a la Banda" por permitir que esos tambores sonaran aquellas noches.
Pero algo me falta para poder morir tranquilo. Es que cuando pica el bichito, lo hace fuerte y no suelta hasta que la idea es construida. Por eso, ahora acabo de emprender un proyecto de base armónica junto a un amigazo y pretendo tocar la batería y las percusiones. Claro que me asesoraré con mi maestro.






1. Ver apéndice del cuento - "Silencio__________Grabando": "El que y el Como (al final me como el queque)", "Las ideas Antípodas" - . Cristián Felipe Vastamente Prieto. Publicado por la revista electrónica "el Fenelón Ilustrado".www.fenelon.cl